Más tarde se sirvieron empanadas de pichón y criadillas, manzanas asadas que olían a canela, y pasteillos de limón bañados en azúcar, pero para entonces Sansa estaba tan llena que apenas pudo comerse dos pastelillos, por mucho que le gustaran (Juego de Tronos).
Me sorprende cómo una saga literaria basada en la estrategia, intrigas, guerras, lucha de intereses,... pueda estar tan relacionada con la gastronomía.
Quizá sea porque es una manera más terrenal de conocer a los personajes: llevo un tiempo con un libro de historia de la cocina italiana y jo... lo que cambian las recetas en función del momento histórico, la abundancia o carestía, el descubrimiento de nuevas tierras. Si hubiera un trabajo consistente en recrear la alimentación de épocas pasadas, que los jefazos vayan buscando mi perfil por Linkedin xD
En este caso, los libros de Juego de Tronos no dejan de moverse dentro de la fantasía, pero con tintes medievales. Además, maneja un mapamundi con distintos paisajes y climas que pueden verse identificados en otros que conocemos muy bien: Invernalia sería algo similar al norte de Europa, mientras que Dorne y las islas del mar Angosto podrían verse reconocidos en territorios de África y Asia. También el poder adquisitivo de los Siete Reinos se deja ver en sus mesas con preparaciones simples y humildes como las servidas en El Muro, o platos más ostentosos como la empanada de pichón de Desembarco del Rey.
Las autoras del libro de cocina en el que me apoyo para publicar la receta de hoy han hecho una verdadera labor de investigación (esa por la que quisiera que alguien me diera trabajo), y han recurrido a recetarios antiguos y otras escrituras, obras de arte que dieran inspiración y cómo no, de lo que las técnicas de cocina moderna pueden aportar para escribir esta obra. Las recetas son adaptaciones muy fáciles de llevar a la práctica, con ingredientes nada rebuscados y, en caso de carencia, pueden sustituirse de forma muy sencilla. Harta de ver lo que sirven en los mercados medievales, por fin encuentro algo similar a la comida de la época que no lleva patata en sus ingredientes, gracias rigor histórico :____)
En el caso de hoy los pastelillos de limón de Sansa están basados en un libro de cocina del siglo XVII.
He realizado unos pequeños ajustes en la receta, porque para mi gusto lleva demasiada azúcar; también creo que con menos horno quedan más jugosas, y además probaría a sustituir una parte de la harina de trigo por harina de almendra, le iba a dar un corazón más tierno aún.
Para unos 60 pasteles aproximadamente (receta original de "Festín de Hielo y Fuego", de Chelsea Monroe-Cassel y Sariann Lehrer)., necesitarás:
- 350g de harina de trigo
- 250g de azúcar
- 90g de mantequilla
- 1 huevo entero + 2 yemas
- La ralladura de dos limones
Para la glasa,
- 30g de azúcar glas
- 1 cucharadita y media de leche
Precalienta el horno a 180ºC con ambas resistencias y mientras llega a la temperatura indicada, mezcla todos los ingredientes con las manos: queda una masa similar a la arena de río, poco agregada pero que al compactarla toma forma.
Haz bolitas de 2,5cm de diámetro y colócalas en una bandeja con papel de horno, separadas entre sí como unos tres dedos, ya que algo expanden y no quieres que se toquen. En total salen como 3 bandejas de 20 bolitas cada una, que puedes ir preparando mientras se hornea la bandeja anterior.
Hornea unos 12 minutos (15 como dice el libro para mi gusto quedan duras) y cuando los saques del horno deja un minuto más en la bandeja; se tienen que quedar con una suela doradita, y por dentro en principio están tiernos, pero deja que enfríen por completo para que terminen de cocerse con el calor residual.
Cuando estén completamente fríos, disponlos en una rejilla y salpica su superficie con la mezcla de azúcar glas y leche, haciendo estelas. Deja que la glasa se seque antes de guardar los pastelillos en una caja de galletas o un tupper.
Es cierto , hay muchas cosas de las que pensamos que están relacionadas con nuentra gastronomía y deliciosas recetas!! Una de ellas es esta que has relaizado con mucho gusto! !un beso guapa!!
ResponderEliminarPues voy a prepararlas, a pesar de lo complicadísimas que son!!! Jajajaja... qué pena no haberlas visto ayer y aprovechar el horno encendido. Hubiera tenido hoy unos ricos pastelitos alimonados para la hora del té.
ResponderEliminarUn besote.