viernes, 18 de diciembre de 2015

Kibbeh de Bantha y hongos de los evaporadores

La duda ofende.
Sí, tengo las entradas desde hace más de un mes. Desde que salieron a la venta, de hecho.
Y es que esta Navidad se estrenaba la séptima película de la saga Star Wars, no me la podía perder. Tras un maratón en casa de Chiara (donde terminé una manta de ganchillo en el proceso) ya tengo todo bien fresquito para que mañana pueda disfrutar a tope de la película.
Por supuesto, no podía evitar hacer una receta para el blog que marcase este momento; en un primer momento pensé en un potaje de Dagobah a través de la frase de Yoda "raíces, las cocino" que usa en El Imperio Contraataca. Bien porque fuera una buena idea, o porque no tenía que haberlo dejado para último momento, Biscayenne se me adelantó hace unas semanas con un estofado de hierbas de Yoda; y como las que repiten vestido en una boda, esto iba a ser feo si seguía con mi idea inicial. Que mi receta pensaba ir por otros derroteros: Dagobah es un lugar pantanoso donde las serpientes dragón y las arañas nudosas no me parecen los alimentos más apetecibles, y quería hacer un potaje a base de raíces más vegetariano, también inspirado en la idea de que Yoda podría ser vegeta por sus pintas de monje oriental. En cualquier caso, deseché la idea.
Me he centrado ahora en Tatooine, porque este exoplaneta se recreó en la región tunecina de Tataouine, que le da el nombre.

No sé si se nota que realizo unas tareas de documentación cojonudas a la hora de idear la receta xD

Tatooine es un planeta desértico, la única forma de hallar agua es extrayéndola de la humedad de la atmósfera; por tanto es complicado encontrar vegetales comestibles o que no te quieran comer a ti, como los Sarlacci. Sólo los hongos que crecen en los evaporadores parecen una posible forma de obtener alimento a través de la tierra. De hecho, Shmi Skywalker estaba recolectando hongos de este tipo en los vaporizadores de la granja Lars cuando fue capturada por un grupo de moradores de las arenas.
Sin embargo, en este planeta tan desolado existe una fauna bastante numerosa, en la que destacan los Banthas, una especie de carnero gigante cubierto de grueso pelaje, como el de un yak. Es hervívoro y su leche azulada constituye un alimento básico para los habitantes de Tatooine.

Pensé que también la gastronomía podía tener los mismos toques que tiene Túnez, aunque al final me he terminado desplazando hasta Líbano para inspirar esta receta a través del kibbeh, unas bolas de sémola de trigo (normalmente se usa bulgur) rellenas de carne picada de cordero y especias. Me he tomado la licencia de hacerlo con carne picada de ternera, que es más fácil de encontrar y barata, eso sí.
La forma de la albóndiga, el tamaño y los ingredientes que acompañan a la pasta dependen de la tradición de las diferentes recetas locales, es por esta razón por la que hay diferentes kibbeh dependiendo de la zona donde se elaboran. Incluso hay zonas de Irak donde usan pasta de arroz como recubrimiento para que quede más crujiente si cabe.

Para dos personas (cuatro kibbeh), necesitarás:
La masa;
- 150g de cuscús precocido
- media cebolla
- 1 diente de ajo
- 100ml de agua o caldo
- un par de ramas de cilantro
- un pellizco de comino molido

El relleno;
- 200g de carne picada
- 75g de setas (yo usé una mezcla de setas congeladas)
- 1 cucharadita de aceite de oliva
- 1 cayena entera
- 1 cucharada sopera de miel
- media cucharadita de comino molido
- 1/4 cucharadita de canela molida
- 1/4 cucharadita de alcaravea molida (anís si no tuvieras)
- sal y pimienta negra al gusto
Aparte hará falta abundante aceite para freír.

Empezarás sofriendo la guindilla en el aceite indicado, apartándola cuando haya dado todo de sí. A continuación sofríe las setas bien picadas, y cuando hayan soltado todo el agua y se haya evaporado, haz lo mismo con la carne picada, todo a fuego medio-fuerte para que no se cueza en su jugo, sino que quede todo bien dorado. Incorpora el resto de especias, sal y pimienta y la miel, y termina con un par de vueltas para que se integre todo. Deja enfriar.

Por otro lado, prepara el cuscús con el agua o caldo calientes y un pellizco de sal, dejando que repose unos minutos para que se absorba todo el líquido. Pica la cebolla, el ajo y el cilantro y añade al cuscús; con una pizca de comino tritura con la batidora o la Thermomix.

Ahora separa tanto la masa como el relleno en cuartos para que te salgan los kibbeh del mismo tamaño. Con las manos ligeramente humedecidas haz tortas con la pasta de cuscús y aplana hasta que queden bien finas y ocupen toda la palma de la mano.
Ahueca la mano con la torta para alojar el relleno y cierra con mucho cuidado, presionando para dar la forma de bola. Si vieras que se abre y deja ver el relleno, puedes ir arrastrando la masa y compactando la bola, dando una ligera forma aplanada. También ayuda a unificar la superficie pasar la mano humedecida para integrar bien todo.
Deja reposar unos minutos para que se asiente y fríe los kibbeh en abundante aceite caliente hasta que queden bien dorados.
Puedes tomarlos así, con una ensalada para completar la comida y también puedes hacer una salsa de yogur para acompañarlos.
Y no te olvides de tu cuenco de leche de Bantha (Es leche de vaca con unas gotinas de colorante alimentario, que oye, viste que no veas para hacer el friki).

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