martes, 22 de septiembre de 2015

Grisines de ajo negro (reto #colorysabor de temporada)

¿No te has enterado todavía? Hay un sorteo panarra en el blog, hasta el 30 de septiembre.

Yo siempre he pensado que eso de hacer grisines tenía que ser complicado... los intenté una vez con una receta y no me dieron buen resultado: no estaban crujientes, estaban DUROS, y me dio mucha rabia.



Luego, con el libro de Pan y Dulces Italianos de Libros con Miga la cosa se facilitó bastante... bastante no, del todo: ¡están chupaos! Bien es cierto que tienen una cantidad de levadura considerable, pero para el tipo de pan que es no es problema. Se consigue tener una buena cantidad de grisines en más o menos hora y media, por lo que si quieres darte un capricho tonto o quedar bien con alguien, es muy buena opción.
También son muy útiles para aprovechar el calor del horno cuando lo enciendes para otras cosas, incluyendo hacer pan. ¿Por qué no intentarlo?

Se me ocurrió modificar la receta para este mes participar en el reto Color y Sabor de Temporada de Postres Originales y... ¡vaya acierto! Tenía unos pocos dientes de ajo negro que había usado para un all i oli, receta de Fentdetutto, y la verdad que no lo había vuelto a tocar desde entonces.



El ajo negro tiene un sabor muy particular, porque para empezar el intrínseco del ajo está muy suavizado, pero por su proceso adquiere aromas de regaliz muy interesantes. Además, también es más digestible que el ajo crudo.

Estos grisines van muy bien con quesos y embutidos, o sólos con una cervecita para ir abriendo boca. Te advierto que son un auténtico vicio, no digas que no te avisé.

Lo bueno, como vas a ver, es que aparte del ajo negro no hay ingredientes más exóticos. La harina, la del súper, no te compliques. Si compras la harina de freír pescado para rebozar los palitos quedarán como esas bases de pizza artesanas, con una especie de harina granulada más gruesa... aparte de dar sabor, también dan una textura increíble. En el rebozado final, además, si la mezclas con harina blanca de trigo, conseguirás que haga más contraste con la masa oscura.
La malta no es imprescindible, se usa para subir aún más el color oscuro que aporta el ajo negro. Podrías sustituirlo por un poquito de miel, pero ya te digo que no es necesaria.



Para una bandeja de grisines, aproximadamente 20-25 unidades (receta inspirada en los Grissini estirados de Turín de las hermanas Simili):

- 250g de harina de trigo (la de todo uso)
- 150g de agua
- 3 dientes de ajo negro
- 7.5g de levadura fresca / 2.5g de levadura seca
- 4g de sal
- 25g de aceite de oliva virgen
- La punta de un cuchillo de malta de cebada (opcional)
- Semolina de trigo duro o harina de freír pescado, para rebozar los grisines
- Aceite de oliva para pincelar

Empieza calentando una pequeña parte del agua para disolver los dientes de ajo en un mortero: cuesta un poquito pero es la única forma de que la masa tenga el color y el sabor de este ingrediente por igual.

Mezcla el resto de agua, harina, sal, aceite, malta y levadura y, si el agua del ajo negro no está caliente, también.

Amasa en la mesa unos 10 minutos. Es una masa muy fácil, no tiene gran cantidad de agua, por lo que al principio es posible que se pegue un poco pero conforme la manejas se volverá suave y satinada.

Con un rodillo, prepara una plancha rectangular de un dedo de grosor. Cubre la base con una ligera capa de semolina  para que no se peque a la superficie, y pincela con aceite de oliva. Espolvorea con semolina y deja reposar la masa alrededor de una hora, cubierta con un trapo.


Pasado el reposo, espolvorea uniformemente con más semolina o mejor, con una mezcla de harina de trigo y semolina para que queden más blanquitos.


Corta con un cuchillo o una rasqueta unos palitos de un dedo de grosor, por la parte estrecha del rectángulo, y desde el centro a los extremos ve haciendo un tirabuzón con cuidado de no romper la masa. Si se te rompiera, hornea el trocito tal como queda, ya que si lo manipulas más perderás la estructura del interior.


Coloca los grisines en una bandeja con papel de horno y hornea a 200ºC a media altura, durante 18-20 minutos. Si ves que no están del todo secos, deja enfriar en el horno y verás como quedan súper crujientes.

9 comentarios :

  1. Ohhhhh, me encantan!!! Me los comía así solos, bueno, la idea de la cerveza me gusta también jejeje. Besos!!

    ResponderEliminar
  2. alaaa pero que buena pinta tiene eso no?? estos tengo que hacerlos... porque tienen que estar deliciosos. Un beso,
    http://elbauldelasdelicias.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar
  3. Que maravilla, tengo ese libro recién comprado y todavía no he hecho ninguna receta, así que viendo estos grisines sé por dónde empezar!!
    Fabulosos a la vista y estoy segura que al paladar!!!
    Besosss

    ResponderEliminar
  4. ese libro tiene que ser una joya!! no me enteré del reto pero me ha encantado tu propuesta.

    ResponderEliminar
  5. Quedan preciosos y lo ricos que deben estar.

    ResponderEliminar
  6. Qué buena pinta!! Un compi milanés nos los traía de una panadería de su barrio y tenían algunos pequeños trocitos de jamón y otros los habían hecho añadiendo algo de grasa se notaba el sabor pero no se veía el tropezoncillo, mmm.

    ResponderEliminar
  7. Preciosos, y nada... que ya tardo en hacerlos, tengo el libro, tu receta aquí y ahora, y los ajos negros muy cerquita, me ha gustado mucho :)

    ResponderEliminar
  8. Pero qué bien te han quedado!!! Me tengo que animar de una vez a hacerlos porque se ven fáciles y espero no liarla :)

    ResponderEliminar