miércoles, 10 de julio de 2013

De bodas, banquetes y otras pequeñas cosas (receta de confitura de cerezas)

De verdad que me gustaría dar más la cara, eh. Veo que se me acumula más el trabajo, que el twitter revienta y yo sin posibilidad de hacerle caso al blog. El feedly también lo tengo hasta arriba de entradas pendientes de leer.

Y el calor no ayuda nada.

Claro, que se me ha juntado ayudar a preparar el atrezzo de una boda y el desayuno sorpresa de los novios con esto:

Jerte, mi cachorrete. Tengo las manos machacaítas de sus dientines de aguja, y sólo lleva dos días con nosotros; es muy pequeño y todavía necesita mucha atención, pero promete ser un buen perro. Me acaba de morder el cargador del teléfono... y tan pronto como lo hace, se me duerme a los pies, mi pequeño destructor de mundos.


Pero yo os quería contar cómo hice la confitura de cerezas que llevaba la cesta de desayuno casera. También hice pan (sí, del viejuno) y además el resto de la gente se encargó de comprar cositas ricas para hacer un desayuno gourmet: buen foie, jamón de jabugo, pimientos de piquillo y ventresca de atún en conserva, aceite y vino que quitan el sentido... Vamos, que si no desayunaron bien, fue si acaso por los casi 300 globos que llenaban su pasillo, jejejeje.

      

¿Sabes cuál es la diferencia entre una confitura y una mermelada? Pues aparte de la concentración de azúcar, el estado de la fruta es lo que define a ambos preparados: en la mermelada, aunque la cocción ha deshecho la fruta, todavía pueden apreciarse trozos; en la confitura la fruta ha sido triturada, por lo que la textura es más uniforme, como de un gel ligero.
Técnicamente, la confitura lleva más azúcar que la mermelada (en torno al 50% en producto final, como mínimo), pero me daba miedo que al añadir tanto azúcar el sabor de la cereza, que es muy delicado, se perdiera. El problema de limitar el azúcar es que la conserva pierde "vida útil", ya que "agarra" el agua disponible y no la suelta, dificultando el crecimiento de bacterias; pero eso se puede solucionar añadiendo un ácido (limón) y sometiendo la conserva a pasteurización. Una mermelada o confitura casera, bien pasteurizada, puede durarte dos meses sin alterarse.

Es todo un trabajo, pero ¿y la ilusión que hace regalar un bote?

Para 5 botes de 250 g aproximadamente:
- 2 kg de cerezas (peso con hueso)
- 1/3 del peso de las cerezas deshuesadas en azúcar. En mi caso tenía 1,5 kg de pulpa de cereza, así que usé 500 g de azúcar.
- Media rama de canela.
- De un limón, la mitad de su cáscara.
- Una manzana lavada y sin pelar, cortada en trozos.

Deshuesa las cerezas y mézclalas en un bol con un tercio de su peso en azúcar, dejando macerar toda una noche en la nevera.

Pasado ese tiempo, cuece las cerezas con el azúcar y el jugo que hayan soltado, más la canela y la cáscara de limón. No te olvides de la manzana, es fundamental para que espese!
Tiene que hacerse a fuego lento, para evitar que el azúcar se caramelice, y removiendo cada cierto tiempo. Verás que conforme se cuece, la fruta se deshará un poco y se espesará: con 30 minutos cociendo a fuego lento ya tendrá más pinta de mermelada, así que quita la manzana, la canela y la corteza de limón para triturar bien.

Deja cociendo hasta obtener la textura deseada: el truco de fuego consiste en echar una cucharadita en un plato, dejar que enfríe del todo y pasarle el dedo (opcional rechupetearlo); si ambos lados no se juntan, la confitura está lista.

Mientras se enfría, puedes esterilizar los botes. Para ello, sumerge en agua hirviendo los botes limpios junto con las tapas, procurando que estén sin abolladuras; con 10 minutos es suficiente.
Ya fríos y secos, rellena con la confitura dejando sin rellenar como un centímetro del borde y cierra bien. Sumerge los botes en agua, que queden totalmente cubiertos, y pon a hervir. Cuenta media hora desde que la ebullición esté a tope y deja que se enfríe en la misma cacerola donde pasteurizaste los botes: hay gente que pone un trapo separando los botes para evitar que los frascos se golpeen demasiado.

Si la pasteurización ha sido correcta, cuando enfríe la tapa será como succionada. Si no es así, comprueba que la tapa esté íntegra y vuelve a esterilizar.

Como broche, puedes ponerte moñas como yo y hacerle etiquetas, ponerle un retal de tela y cordel.


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