Madre mía. Mi primera despedida de soltera (Chispas) y fue un taller de cocina...
Así, las que vengan, eh? :D
La verdad que fue pura coincidencia, pero elegimos entre todas las posibilidades regalarle a Patty un taller de cocina mexicana y fue todo un acierto, ya que se irá de luna de miel a la Riviera Maya. Además, con lo cocinillas que es, lo disfrutó una barbaridad, sobre todo porque no se lo olía.
Ahí estábamos todas, en la escuela de cocina Apetit'Oh!, con nuestras trenzas de rigor tras sorprender a la novia con una serie de "encuentros casuales" por Madrid, con fin de etapa en la azotea del Círculo de Bellas Artes. Merece la pena pagar por las vistas, aunque han puesto un chillout un poco cortarrollos, pero supongo que estará muy demandado. No quise preguntar por precios, que riñones sólo tengo dos y los necesito.
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Bonito, eh? |
La escuela es muy acogedora, entrañable. Se nota que lo han montado con mucho cariño e ilusión, porque está lleno de detalles por todas partes (desde el sitio para colgar los abrigos hasta los aseos). Buena música, la Llorona sonando de fondo, decoración al uso... jo, esta gente se lo curra mucho!
Tienen medios, todo lo que te puedas imaginar, ya que también hacen cursos regulares de cocina y repostería. Adriana, la cocinera que estuvo con nosotras esa noche, me comentó que recientemente habían hecho cursos de bollería francesa, y me picó un poquito.
Adriana nos recibió con unas minitortillas de maíz a modo de tapa, con cochinita pibil, un guiso de esos que se preparan en un día entero, pero que el resultado hace que la espera merezca la pena. Calienta el alma con la canela, el comino y el aliño picante de naranja agria y chile habanero. Una lástima no poder hacerlo, tenía unas ganas locas... Menos mal que nos llevamos un cuadernillo con las recetas ^^
Mientras picábamos, empezamos a preparar lo que iba a ser nuestra cena, no sin antes brindar por la novia con unos margaritas de tamarindo que hicimos al momento. Tremendos, dulces y para nada fuertes, pese a llevar su buena ración de tequila y cointreau.
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Comando Camarada! (a falta de una) |
Tal como lo teníamos montado, fuimos encargándonos por secciones de los diferentes platos, donde una isla central con tablas y fogones servía para dividir el trabajo y unir las risas. Adriana estuvo muy atenta y contribuyó ya no sólo a que aprendiéramos un poquito de su gastronomía, sino a crear un buen ambiente y a divertirnos.
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Es que es ver esta mesa y se me enamora el alma |
Nuestra cena se compuso de tacos variados, acompañados de guacamole y pasta de frijoles.
Empezamos preparando la ternera para la tinga de res, un guiso de carne deshebrada con cebolla, ajo y pimienta, aliñada con una salsa de tomate y chile chipotle. Un picante de esos que reconfortan, que dan alegría al plato. La carne necesitaba cocción prolongada, así que dejamos la olla exprés haciendo su trabajo mientras terminábamos de preparar la masa del postre, crepas de cajeta flambeadas al tequila. Paciencia, que al final de este post aparecen.
El plato estrella fue el alambre de pollo, donde desfilan por la sartén bacon, cebolla, pimiento rojo y pollo, todo cortado en cuadraditos y guisado a fuego lento. Precisamente por eso fue la estrella, costó mucho hacerlo porque no terminaba de guisarse el pollo, anda que no tuvimos cachondeíto...
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Marta, removiendo el pollo cocinado sobre encimera. Creo que se cocinaba gracias a nuestras miradas insistentes... |
Uno de los rellenos le dio el punto fresco a la cena: a base de cebolla, tomate picado y zumo de limón, el cazón desmigado resultó muy ligero y refrescante. Incluso para comerlo a cucharadas, tremendo. Según Serly, el truco está en el perejil ;)
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La sección Vigara de la cena, hablando de las propiedades del perejil |
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Mientras unas y otras nos dedicábamos a hacer nuestros pinitos con los rellenos de los tacos, Patty se entretuvo en hacer un guacamole riquísimo. Dejó la pasta de chile verde aparte para que cada una se dosificase, ya que este sí que era fuego del averno en la boca. Sí señor, como tiene que ser.
Y llega el momento de preparar el postre. Y qué postre, oiga...
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¿Qué tipo de persona sería si no hiciera el tonto mientras cocino? |
Aromatizamos la cajeta con zumo de naranja y tequila, removiendo constantemente para que no se caramelizara en las paredes de la sartén. Por tandas, las chicas estuvieron practicando con la crepera... ¡Están hechas unas profesionales!
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Patty, en el momento que descubre su amor por la crepera... |
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... y nosotras por la cajeta |
Si hay que ponerle un único "pero" al sitio fue lo rápido que se nos acabó la bebida, pero claro, juntando a toda esta tropa con ganas de pasarlo bien era lo mínimo que podía pasar ^^
Si pudiera, guardaría esta entrada de tu blog en mi bolsa de recuerdos guays, me ha encantado Maria
ResponderEliminarPor cierto: gran labor la de la fotografa!
ResponderEliminarJejeje, gracias! La verdad es que lo de la despedida fue una mera excusa :P
ResponderEliminarMe encanta que te lo pasaras bien, ahora, que no voy a permitir que cuando vaya a tu casa me sirvas guacamole del Mercadona!
Del mercadona las limas, only!
EliminarEso es Ana, que estuvo hecha toda una reportera! Me hizo un favorazo, eso no está pagado (bueno, que le ponga precio en especias, que con gusto le pagaré)
ResponderEliminarOyeee, tengo pollo, tengo bacon, tengo pimientos.... Empezaré esta noche.... Ya en unos días lo probamos ;)
ResponderEliminarSoy super faaaan de este blog! Nos Lo pasamos en grande! Gracias a todas por estar tan animadas! Un gran recuerdo! Patty imprimelo y metelo en tú bolsita! Muaka
ResponderEliminarGracias, Ana! ten en cuenta que sin tus fotos, no podría haber hecho esta entrada ;)
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