Si te gusta la pasta, tienes que animarte a hacerla al menos una vez, o conseguir que te la hagan. Pero así no es tan divertido ^^
Sinceramente, me paraba bastante hacer pasta fresca sin tener una máquina de pasta, y al final me ha quedado bastante bien. Supongo que con una máquina quedará mucho más fina, aunque prefiero pensar que me ha quedado más "rústica" así. El caso es que si te lías, puedes hacer pasta rellena en casa armándote de un rodillo y un cortapizzas. El resto, es darle al coco; a fin de cuentas, tienes toda la libertad del mundo para rellenar y salsear.
La verdad es que yo no me he complicado demasiado, o eso quiero pensar yo. Rellena de higos y nueces, con una bechamel hiperligera con queso parmesano, queda muy sabrosa; y con lo que me gusta mezclar dulce y salado... Si acaso, creo que el relleno me ha quedado un poco mazacote, pero es que tenía miedo que al cocerse se saliera todo. Se ve que soy primeriza en esto de la pasta fresca rellena, me han salido unos ravioli de cuchillo y tenedor, jejejeje.
Además, me lo quería currar mucho porque esta receta es la que presento para el concurso de pasta que hace Con las zarpas en la masa por su 4º aniversario del blog, con ayuda de la tienda online de menaje Homenaje a la cocina y Ediciones Blume.
Dicen que es de malos jugadores de poker apostar por la mano que llevan, que creen buena, cuando lo que hay que hacer es todo lo contrario. A lo mejor estoy corriendo mucho en presentar la receta, pero es que tengo tantas ganas de enseñártela que al final el concurso de pasta es accesorio. Pero oye, ¡que si tuviera suerte no le iba a decir que no!
Pues al lío. Para 4 personas, esto es lo que necesitas:
Para los ravioloni (la receta de pasta básica viene de La cuchara de plata),
- 200 g de harina de trigo, mejor si es 00.
- 2 huevos y una yema, ligeramente batidos.
- 100 g de nueces.
- 200 g de higos secos.
- 1 cucharada de queso crema.
- 1 chorrito de brandy.
- 1 cebolla pequeña.
- sal y pimienta al gusto.
Para la salsa,
- 1 cucharadita colmada de harina.
- 1 cucharadita de mantequilla.
- 400 ml de leche.
- 50 g de queso parmesano rallado.
- Nuez moscada, sal y pimienta al gusto.
Primero, tamiza la harina en un cuenco y haz un agujero en el medio, donde incorporarás los huevos y la yema batidos con un pellizco de sal. Empieza integrando los huevos hasta que consigas tener una masa; en ese momento arremángate y amasa 10 minutos o hasta conseguir una masa suave y satinada. Si ves que se queda muy seca y se resquebraja, puedes mojarte las manos para seguir amasando, así incorporarás el agua justa (he descubierto que al hacer pasta fresca conviene tener un cuenco con agua cerca, por si acaso). Si queda pegajosa, más harina.
Parece que no, pero al final la masa te da pistas de cuándo está lista para reposar. Con media hora hecha una bola y tapada con un trapo húmedo es suficiente.
Mientras tanto, puedes ir preparando el relleno.
En una sartén con un par de cucharadas de aceite de oliva, sofríe lentamente la cebolla, muy picada, hasta que esté transparente.
Quita los rabitos a los higos y trocéalos muy menudo; es importante que aunque sean higos secos, estén tiernos y no sean los que venían en la cesta de Navidad del año pasado. Pica las nueces finamente e incorpóralas a la sartén junto con los higos y un chorrito de brandy. Deja que se evapore el alcohol a fuego lento, para que el relleno se ablande, y salpimenta a tu gusto. Se agradece un relleno sabrosete.
Saca de la sartén y cuando esté templado, mezcla con el queso crema. Tiene que quedar una pasta más o menos uniforme, pero donde tanto las nueces como los higos puedan identificarse.
Cuando la masa haya reposado, dispón en una superficie amplia un poco de harina, lo justo para que la masa no se pegue, y con el rodillo empieza a aplanar hasta conseguir una lámina de 1- 1,5 mm de grosor (lo más fino que te puedas permitir). Yo dejaba colgando la mitad de la masa por la mesa y trabajaba la otra mitad, luego cambiaba, con la esperanza de que la gravedad me ayudase un poquito...
Ya con una lámina uniforme, podemos rellenar. Puedes marcar la mitad de la lámina para ir distribuyendo montoncitos regulares, del tamaño de una cucharilla de postre. La otra mitad luego la dispondremos por encima para sellar los ravioloni y después cortarlos con el cortapizzas. Aconsejo tener el bol de agua cerca para pasar el dedo humedecido alrededor de los montocitos, y también para salpicar la parte sin relleno; así la pasta se mantendrá elástica mientras sellas los bordes. Intenté aprovechar al máximo la pasta, porque sobra un poquito de relleno, quitando bordes y volviendo a amasar. ¡Aquí no se tira nada!
Deja secar un poquito para asegurar que los bordes permanezcan cerrados cuando lleves a cocción la pasta.
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Para una madre no hay hijo feo, pues a mí me pasa lo mismo con mi primera pasta rellena ^^ |
Entretanto, líate con la salsa.
En una cacerola derrite la mantequilla, donde tostarás ligeramente la harina a fuego lento. Poco a poco y con unas varillas, ve integrando la leche para evitar grumos, y lleva a ebullición.
Mantén el chup-chup 10 minutos para que espese ligeramente, entonces salpimenta, condimenta con nuez moscada y añade el queso poco a poco. Deja cociendo hasta que quede una salsa ligera y reserva. Ya le darás un calentón después si hace falta.
En abundante agua salada hirviendo cuece la pasta: a mí con 15 minutos me quedó un pelin demasiado al dente, pero ten en cuenta que la masa está estirada a rodillo y no queda tan homogénea como estirada a máquina, así que prueba tras 15 minutos y si no te convence, deja 5 más.
Cuela la pasta con cuidado de no romperla y sirve acompañada de la salsa y más queso parmesano rallado, por si a alguien no le parece suficiente.
Una receta de lo más original y trabajada. Muchisimas gracias por participar!!!
ResponderEliminarHas explicado magnificamente la elaboración y muchas veces eso es un rollo y cometemos errores, pero te ha quedado genial. Y eso que es la primera vez!!!
Suerte en el concurso. Salu2. Paula
Jo, muchas gracias a ti, la verdad que la he hecho con mucha ilusión y me lo he pasado como una enana.
ResponderEliminarGracias otra vez!!
Estos raviolis deben de estar buenisimos con ese relleno...
ResponderEliminarMuy buen trabajo y te deseo mucha suerte en el concurso.
Saludos
Gracias, Pepi! La verdad que con que me hayan salido bien los ravioli ya me siento ganadora, el concurso es la excusa.
EliminarUn saludo!
Veo que has disfrutado mucho haciendo esta receta y con eso, lo que hayas aprendido de la experiencia y las ganas de ganar en el concurso te tienes que quedar.
ResponderEliminarMe ha gustado la autocrítica que has hecho de tu propia receta, puesto que es algo que las miembros del jurado no podemos valorar a no poder catar las recetas, e imagino que habrás tomado buena nota para aprender en sucesivas ocasiones.
El relleno dulce-salado es uno de mis favoritos. Bajo mi criterio has acertado en la combinación, así como el acompañamiento de esa salsa ligerita.
Mucha suerte en el concurso.
Muchas gracias, Yolanda. Me hace mucha ilusión tu comentario :D
ResponderEliminarQue orgullo de receta!!!. Y ese relleno es bien original. Me encantaria probarlo pero no me veo haciendo pasta fresca hasta dentro de mucho.... Me parece muy original y espero tengas muchas suerte en el concurso
ResponderEliminarMuchas gracias, la verdad que está el listón muy alto y no me veo con suerte, pero al menos la receta me servirá para presentarme "en sociedad", jejejeje
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